Elaborado lentamente, con métodos tradicionales, Ocho es el primer tequila que indica la añada y el campo de origen exacto de los agaves cosechados.
Cada lote procede de un campo o “rancho” diferente, con sus propias características regionales. El campo de San Jerónimo se localiza a unos 8 km de Arandas, Jalisco, cerca del antiguo camino de terracería que conduce al pequeño poblado de Santiaguito de Velázquez.
El terreno de este campo es suavemente ondulado y rocoso, con suelo profundo de fertilidad media y un color rojo óxido típico de las tierras altas. El rancho de San Jerónimo se dedica exclusivamente al cultivo del agave y está rodeado de otros campos de agave de distintas edades. Está orientada a pleno sol, con unos pocos árboles alrededor que dan sombra.
En el momento de la cosecha, se obtuvieron unas 1.200 toneladas de agaves (pintos) extremadamente maduros para esta añada de Tequila Ocho, con un peso medio de casi 36,3 libras por piña y un contenido medio de azúcar muy elevado, del 32%.
Boca: Agave cocido, miel, higos maduros, retrogusto mineral y terroso. Especias, canela dulce. Añadir un poco de sal al final. ¡Uno de los restados más dulces que hemos probado!
Final: La pimienta blanca y la canela proporcionan un final largo y persistente.
Perfil: Rico e intenso.
El tequila Ocho lo elabora una familia de tequileros de tercera generación. Gracias a las tradiciones que han heredado y a su apertura a la innovación, han creado un tequila equilibrado y suave. El Tequila Ocho es uno de los pocos que se elaboran lentamente, con métodos tradicionales. Absolutamente revolucionario, este tequila se elabora a partir de un único campo de agaves, un “rancho” cuyo nombre aparece impreso en el cuello de la botella. Demuestra la influencia del suelo, la exposición y el clima… ¡del mismo modo que los grandes vinos!
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