Artesanal, audaz y decididamente innovadora, la ginebra 2934 es una creación singular nacida del encuentro de dos terruños excepcionales, Finistère y Hérault. Cada botella es una auténtica invitación al viaje, que cuenta una historia de pasión, tradición e innovación, fruto del trabajo de dos hombres que comparten el amor por la ginebra y los productos locales.
Dos hombres, una pasión
Más que una bebida espirituosa, encarna el maridaje perfecto entre la frescura bretona y la calidez mediterránea. Detrás de su nombre se esconde una referencia a estos departamentos. El número 29 se hace eco del Finisterre y el 34 simboliza el Hérault. Pero volvamos a sus orígenes. La aventura de la ginebra 2934 comenzó gracias a dos personalidades. Camille Héroult. Fundador de la Destilería Héroult de Quimperlé, y nacido en el seno de una familia bretona, creció rodeado de costumbres locales y destilación. Le gusta crear productos que reflejen la riqueza de su región, utilizando productos botánicos autóctonos en colaboración con herboristas locales.
Thierry Bourgin, por otro. Descubrió la ginebra como regalo de un amigo íntimo. Este regalo despertó su curiosidad y entusiasmo. Amplió sus conocimientos gracias a Céline Cools, comerciante de vinos de Nîmes, y juntos idearon una carta de ginebra para un restaurante. Una nueva revelación, Thierry infusiona ahora sus propias ginebras para aportar frescura y creatividad al proyecto. Y cuando conoció a Camille, fue evidente. Estos espíritus libres compartieron sus experiencias y decidieron redefinir los códigos de la ginebra a su manera.
Una fusión de ingredientes excepcionales
La ginebra 2934 se elabora con ingredientes botánicos cuidadosamente seleccionados. Su elaboración es una auténtica tarjeta de presentación de las dos regiones que la inspiran. La indiscutible baya de enebro se mezcla con el cilantro y el cardamomo. En Bretaña, cosechan raíz de angélica y trigo sarraceno tostado. Y en el Hérault, ralladura de naranja, menta, almendras… y hojas de tomate. Las hojas de tomate son sin duda uno de los elementos más sorprendentes y originales de esta ginebra. A menudo pasadas por alto, tienen un sabor único, a la vez dulce y ligeramente herbáceo. Además de sus cualidades organolépticas, la elección de las hojas de tomate también forma parte de un enfoque que promueve el uso de los recursos naturales.
Pero, ¿y el sabor? Las primeras notas en nariz son vivas y herbáceas, antes de dar paso a sabores florales y especias dulces en el paladar. Tiene una complejidad y frescura notables, apuntaladas por un fondo de enebro. Un equilibrio perfecto. Destaca por su persistencia, con un final que combina refinamiento y amargor picante.
Auténtico y responsable
Cada etapa del proceso de fabricación se realiza meticulosamente respetando el medio ambiente. Favorecen las prácticas ecorresponsables y apoyan a los productores locales. Por tanto, esta ginebra no es sólo una bebida espirituosa de calidad, sino también un actor del desarrollo sostenible y la conservación de la tierra. Es un caso ejemplar de innovación en la preservación de la tradición. Combina elementos inesperados, como la hoja de tomate, con ingredientes clásicos de la ginebra, para ofrecer una experiencia gustativa única.
